La terapia es para valientes como nosotras

Ahora mismo tendría un Range Rover en la puerta de mi casa y a mis espaldas varios viajes a zonas maravillosas del mundo si no hubiese hecho terapia. Me habría ahorrado una pasta increíble y posiblemente estaría disfrutando de un sinfín de cosas materiales. Pero, ¿sabes que? Me da igual. Hice lo que tenía que hacer, y gané en mi misma más de lo que nunca hubiese imaginado.

Puede que alguna vez se te haya ocurrido ir al psicólogo porque necesitas comunicarte y hablar de tus cosas y sobre todo, necesitas una perspectiva fresca y reparadora que tu familia ni amigos pueden darte. Y desde luego, hacerlo, ir al psicólogo, es lo mejor que puedas hacer por ti misma.

Cuando investigas y te pones a mirar, surgen un montón de técnicas y terapias super variadas y nunca sabes si vas a acertar. Nadie te dice qué tipo de terapia es la más recomendable.

Por eso, para las que dudáis, y queréis crecer por dentro tanto como yo, me he animado a resumiros para qué me sirvió cada terapia. Tal vez os pueda arrojar un poco de luz sobre algo tan delicado y a la vez tan mágico: Invertir en ti, de verdad.

Psicoanálisis: es una opción si tienes tiempo, paciencia y lo tuyo es tomártelo con calma. Yo estuve casi dos años yendo cada semana a hacerme mirar lo mío. Allí pude abrirme en canal y sanar mi sensación de abandono de la infancia, una incipiente anorexia y la más valiosa de todas: No elegir a parejas que se pareciesen al perfil ausente de mi padre. Todo un reto ¿verdad? Más que superar todo esto, lo que aprendes es a identificarlo en ti y corregir tus tendencias. Que ya es bastante.

Psicología cognitivo-conductual: si eres más práctica  y  te gusta atajar las cosas de manera rápida y terrenal, la psicología cognitivo-conductual es la tuya. En mi caso, aprendí en cuestión de semanas a sobrellevar los ataques de pánico. El truco, que ahora visto desde lejos parece sencillo, era exponerse al peligro al máximo, hacerle frente y vivirlos como una experiencia más.

Psicología transpersonal: profunda, hermosa y luminosa. Es una terapia casi de paso obligado. En mi hizo un click en la forma de ver la vida. Los problemas se convirtieron en oportunidades y el victimismo dejó paso a la responsabilidad. Amar la vida tal y como es en mayúsculas. Si estás en un momento de confusión vital, no dudes en probar la psicología transpersonal. Hay un antes y un después.

Constelación familiar: breve e intensa. Sólo dura un día y compartes el espacio con gente que no conoces. Lo que allí sucede es incomprensible para la razón. Se desvela lo más profundo y arraigado de tus antepasados. Puedes ver cómo has ido arrastrando cosas que ni siquiera sabías. Patrones que repites constantemente. Allí pude amar a mi madre tal y como es, honrarla y respetarla. Pude despedirme de mi padre en el lecho de su muerte. Y además pude abrazar fuerte a mi pasión aunque si he de ser sincera en aquella época todavía no me la habían presentado. Abracé mi pasión en abstracto, y aunque suene extraño, me sirvió para centrar mi atención en lo verdaderamente importante para mi. Una pasión, un proyecto en el que desarrollarme. Unos años después vería la luz y ahora tú lo estás disfrutando con esta lectura.

Biodescodificación: muy muy potente. Es una herramienta para usarla si estás bien, nada de si tienes ansiedad o depresión. Puede desequilibrar un montón. Al menos así lo hizo en mi caso.

Biomagnetismo y reiki: dormir bien, y eliminar dolores de cabeza y alguna que otra cistitis. Para mi es como tomarse un valium pero sin usar química claro.

Acupuntura y medicina china: Si eres de las que prefieres guiarte por medicinas que llevan miles de años en práctica, vas a ver que esta opción es súper válida. Dolores de espalda, dejar medicación de casi cualquier tipo, combatir alergias… Abarca casi de todo. Es muy útil para dejar medicación que llevas tomando mucho tiempo, eso sí, con la calma y muy poco a poco.

Hipnosis: súper recomendable para cualquier tipo de trastorno obsesivo. Llega al inconsciente en un pis pas. Trabaja a nivel muy profundo y de una manera muy eficaz. A mi me encantó, bueno, me encanta.

Cada terapia es para un momento determinado de la vida, todas sirven, quien te diga lo contrario miente, no hay una mejor que otra, todas se complementan y son válidas y útiles. No dejes que nadie te diga lo contrario y si lo hacen, pasa olímpicamente.

Si sientes que te atrae por lo que sea una terapia en cuestión, seguramente esa terapia sea lo que necesites en ese momento. A veces la más fácil  y la que está más cerca de ti es la que más necesitas. la que te recomienda una amiga, la que por lo que sea te llama la atención.

Espero de corazón que mi experiencia te haya ayudado aunque sea un poquitín.

Un abrazo enorme,