Hoy vengo muy reflexiva y quiero compartir contigo un “temazo” que me ronda por la cabecita en estos días. Si te has decidido a emprender sabrás de sobra que tratas continuamente de destacar para que se fijen en ti, en todas tus cualidades y virtudes, y armas planes, a veces unos con más éxitos que otros, para demostrar que eres la mejor opción del mercado para tu público. El objetivo es obvio: destacarte de la competencia.
¡Ojo! Con esto no digo que estas estrategias sean incorrectas, una parte de mi sabe a ciencia cierta que no hay nada de malo en ellas. De hecho, estás recibiendo este material gracias a estas estrategias online y mi propósito es firme: ayudarte a encontrar tu flow creativo para emprender desde tu esencia. Es loable y bello, ahí no hay nada que objetar. Pero no es el camino que quiero transitar hoy.
Vale, ya te has dado cuenta, el tema de la Veryletter de hoy (sí, la bauticé el otro día 🙂 va de redes. Bueno, no de redes exactamente, sino de engancharse a ellas para validar tu grandeza. La cosa va de ver qué sientes cuando te echas horas y horas enganchada a facebook, instagram o cualquier otra red social. Te voy a pedir que te fijes en detalle en el uso emocional que le das a las redes, ya sea para promocionar tu negocio o no.
Hoy quiero repasar las obsesiones que atenazan e incomodan hasta la más centrada para que pienses si estás haciendo un uso emocional sano. El objetivo es que no pierdas el foco y no dejarte ganar la partida por comparaciones odiosas que no van a ninguna parte. Sé de sobra que si emprendes es porque sientes un amor profundo por lo que haces y lo quieres compartir con todas las personas, cuantas más mejor. Obvio, pero hay que estar atenta para no dejarte atrapar por las obsesiones que andan agazapadas tras esas bellas fotos y esos miles de seguidores de tus cuentas favoritas.
Esta es mi lista de obsesiones ridículas con las que a veces las emprendedoras nos cruzamos:
Obsesión ridícula número 1.
“¿Cuándo alcanzaré miles de seguidores en instagram?”
Si te has hecho esta pregunta. Por favor, ignórala. No busques en el número de seguidoras la satisfacción por el trabajo que haces. Sabes muy bien que no radica en una cifra. Y sobre todo no te dejes arrastrar a nivel emocional si tus publicaciones no alcanzan más de 5 me gustas. Estos días me he dado cuenta hasta qué punto me puede afectar si me dejan de seguir. Y francamente, es ridículo.
Obsesión ridículísima número 2.
“Jamás lograré hacerlo tan bien como….”
Esta es de las más divertidas y de las más absurdas también. Vamos a ver, me repito a mí misma, ¿qué tiene que ver lo que tu eres con lo que es aquella persona? Nada por lo general. Su historia es otra, su vida es otra, su entorno es otro, su personalidad es otra y lo más importante, su propósito es otro. Entonces, ¿qué sentido tiene imitar a nadie o querer hacerlo igual? Así, solo te despistas de tu camino. Que es único, maravilloso e irrepetible.
Obsesión megaridícula número 3.
“No voy a poner una foto donde no salga estupenda”
Ve al espejo un día en el que vayas como unos zorros, mírate a los ojos, y ríete en tu cara. Deja de tomarte tan en serio. La idea de perfección que tenemos en la cabecita es una locura muy gorda. Eso me recuerda al primer vídeo que colgué en youtube. Solo son dos minutos de vídeo-idea exprés: Perfectamente imperfecta.
Obsesión la releche de ridícula número 4.
“Si no triunfo en redes es que no soy nadie”
Puedes tirar con tu negocio perfectamente sin necesidad de ser una influencer súper cool. No sabemos si la gente a la que admiramos tiene otra gente que le echa una mano en redes y lo más probable es que sean personas especializadas en marketing y diseño. Nosotras hacemos lo que podemos mientras dedicamos todo nuestros esfuerzos a ofrecer con mimo y muuucho amor nuestros productos y servicios.
Obsesión TOP ridícula número 5.
“El número de seguidores en mis redes validan mi valor profesional”
Aquí ya tengo que sacar la tarjeta roja. Esta frase es una aberración en sí misma. El valor de tu trabajo es independiente a que tengas o no miles de seguidores en facebook o instagram. Esto, amiga, os confieso que también tengo que explicármelo yo a estas alturas del panorama. Imagínate la contaminación que llevo de redes.
Me planteo hacer un detox de instagram y facebook estos días. Puede que esté menos activa, pero ¿sabes qué? Estaré preparando mi librito que tanto me gusta. Si te apetece saber de qué va, aquí te dejo más info: Confesiones de una no iluminada. Y lo mejor de todo, estaré preparando contenidos de valor para nutrir estas Veryletter que tanto me gustan.<3
Te mando un abrazo enorme,
2 Comentarios
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Your article helped me a lot, is there any more related content? Thanks!
Beth
¡Cuánta razón con todas las obsesiones!
Ahora que por fin (quizás por la vez 1000?) quiero ponerme en serio con esto de empezar mi negocio, me ha calado hondo la obsesión número 4. Sé que es posible tener un negocio que funcione sin las redes sociales... a pesar de que no se cómo se hace (para serte sincera, tampoco sé cómo se hace usando las redes también :P). Parece que tenemos que seguir la fórmula que sigue todo el mundo y que, si no lo hacemos así, no vamos a llegar a ningún lado...
Yo todavía no sé cómo se hacen muchas cosas. aunque lo que si se es que quiero aprender a no obsesionarme con las redes sociales, los likes y los números de comentarios.